Almería ha subido el telón a la cultura en el año 2020 con el Concierto de Año Nuevo de la Orquesta Ciudad de Almería (OCAL). Si la primera mañana del año se ha disfrutado de las composiciones de la familia Strauss a través de la televisión con el célebre programa de Viena, por la tarde la ciudad se ha sumado a esta tradición que se extiende en las grandes capitales europeas con el concierto de la OCAL en el Auditorio Maestro Padilla. Primera cita cultural y primer lleno de 2020, con entradas agotadas, lo que augura un año muy atractivo en cuando a las artes escénicas, con música, danza, teatro y una programación con iniciativas para todos los gustos y edades, de la mano del Área de Cultura y Educación del Ayuntamiento.
El concierto comenzó con un homenaje por parte de la OCAL a Pablo Venzal, que, cuando era concejal de Cultura del Ayuntamiento de Almería, contribuyó a la creación de la Orquesta, a finales del año 2001. En esta línea, Ayuntamiento de Almería y Cajamar son los dos patrocinadores principales de la asociación cultural. En este reconocimiento ha estado acompañado por el concejal de Cultura, Diego Cruz, y el director, Michael Thomas. También ha asistido, entre el público, el diputado de Cultura, Manuel Guzmán.
La música clásica, con la Orquesta Ciudad de Almería, y bajo la batuta de Michael Thomas, se está convirtiendo ya en una tradición que desean compartir los almerienses, y que en esta edición pudo disfrutar con la participación de Regina Laza como violín solista. La partitura preparada por el director inglés estuvo compuesta por ‘Preludio y Mazurca’ del creador francés Léo Delibes. Forma parte de la obra ‘Copélia’, un ballet estrenado en París en 1870. La OCAL supo aportarle la elegancia que requiere esta obra. La orquesta también interpretó ‘Fantasía Escocesa’ del alemán Max Bruch, una romántica composición en la que la violinista andaluza Regina Laza demostró el talento, seguridad y dominio del instrumento, a pesar de su juventud.
Tras el descanso, el que se obsequió con cava y mazapán de Fondón, llegó el momento de ‘El Cascanueces’, del compositor ruso Peter Tchaikovsky. Una obra que dibuja, a través de la música, un sinfín de aventuras fantásticas, concebidas musicalmente como pequeños números independientes dedicados a los numerosos personajes que van apareciendo en la historia y trasladan al público a un mundo mágico donde todo es ilusión e inocencia, como resulta el tiempo de los Reyes Magos. Es un clásico navideño, perfectamente ejecutado por la OCAL y que, bajo la dirección de Michael Thomas, convirtió el Auditorio en un cuento de hadas musical.
Pero si por algo es famoso el Concierto de Año Nuevo es por los vales y polkas de la familia Strauss, y Almería no podía olvidarse de esta tradición. La Orquesta Ciudad de Almería, bajo la brillante dirección de Michael Thomas, realizó un paseo por algunas de las más populares, todas ellas llenas de ritmo, elegancia y belleza musical. El público pudo disfrutar con ‘Polka Pizicatto’, ‘Truenos y relámpagos’, ‘Voces de primavera’, ‘Trisch, trash, Polka’, ‘Feuerfest’ y ‘Auf der Jagd Op 373’.
Y ya en los bises, un nuevo regalo de ‘El Cascanueces’, ‘Danubio Azul’ y, como era de esperar, la 'Marcha Radetszky', al compás de los aplausos de los entregados asistentes.
Fue un brillante concierto, de casi dos horas y media, en el que el público despidió a la Orquesta Ciudad de Almería con grandes aplausos, y que augura que en 2020 continuará el romance de los almerienses con la OCAL.