La relación de The Beatles y Almería, forjada desde la base de la estancia de Lennon en la ciudad y provincia durante el rodaje de ‘Cómo Gané La Guerra’ y la composición de la canción ‘Strawberry Fields Forever’, escribió anoche una nueva página para el recuerdo. Pero no un capítulo cualquiera, sino uno brillante. Luminoso y bello. Todos los elementos dispuestos para la cita así lo hacían presagiar. Una Orquesta Ciudad de Almería que demuestra no tener techo en cada una de sus actuaciones; un director apasionado del rock como Michael Thomas; un elenco de invitados de altura, con Thomas Vikström, Diego Cruz y María Gil en las voces y Paco Rivas como maestro de la guitarra; una banda, The Beatles Connection (con Antonio Álvarez a la guitarra y voz, Chipo a la guitarra, Pepe Blanes al bajo y Antonio Fernández a la batería), que inició la tradición de los conciertos hace más de veinte años; un telón de fondo fantástico, como la fachada del Ayuntamiento de Almería; el carácter solidario del evento, a beneficio de la ONG Ayudemos A Un@ Niñ@, y todo ello organizado dentro de la programación especial de estos días de Feria adaptada a la situación sanitaria del Área de Cultura y Educación.
Era una noche para la celebración. Aunque su actividad es constante y cuantiosa durante todo el año, el concierto de la OCAL en Feria es uno de los eventos culturales más esperados del año y ayer fue su regreso, tal y como destacó su director Michael Thomas al comienzo del concierto, “estos 24 meses se han hecho muy largos”. También lo era para los ‘beatlemaniacos’ de la ciudad, puesto que los primeros conciertos de celebración Beatles comenzaron, tras un incipiente estreno en la sala Venue, precisamente en la Plaza Vieja, desde 2000 hasta que las obras desplazaron su ubicación a lo largo de los años por distintos emplazamientos. La OCAL y los Beatles sonaron de nuevo en la Plaza de la Constitución y el público, sin duda, lo celebró a lo grande.
Para lustrar el espectáculo, la sobriedad de una Orquesta repleta de talento y versatilidad, sumado al uniformado cuarteto con pantalón y corbata negra y camisa blanca de The Beatles Connection, y dos pantallas en las que, además de verse la realización del concierto se disfrutaron imágenes de la banda de Liverpool y se mostró también el ‘despegue’ inicial con la agencia de viajes OCAL, “la de la felicidad”. Eso sí, antes de llegar a The Cavern, la Orquesta hizo tres primeras escalas. La primera a Islandia, con ‘The Crow’. Una obra inquietante del propio Michael Thomas, donde recoge la tradición de nanas del mismo país de Björk, artista con la que ha tocado en más de una ocasión.
A continuación, una revisión del ‘Another Brick In The Wall’, de Pink Floyd, banda que compartiría estudio con los cuatro de Liverpool en la grabación de sus respectivos discos. Como paso previo al repertorio de canciones, Diego Cruz haría su entrada en escena para ofrecer una rutilante versión del clásico de Ben E. King, ‘Stand By Me’. Fue la transición hacia, ahora sí, la apertura de las puertas de ‘The Cavern’, entrando de lleno y a lo grande en el universo Beatles con ‘Hey Jude’, también con Cruz a la voz… de la primera parte, porque fue imposible que el público no se uniera a esa fantástica coda coreada y universal.
Para la dupla ‘All You Need Is Love’ y ‘Penny Lane’ saldría a escena el sueco Thomas Vikström. Un vocalista de registro inmenso, lo que le ha llevado a hacerse de un amplio reconocimiento en el mundo del jazz, pero sin olvidar sus inicios en el heavy metal y el doom con Candlemass, Stormwind, Therion o su participación en la ópera rock ‘Legado De Una Tragedia’ o en un musical de Queen, quizá por eso no fue raro que el final de ‘Penny Lane’ fuese altísimo. Tras ‘Hello, Goodbye’, interpretada desde The Beatles Connection con Antonio Álvarez a la voz, el sueco volvería a escena, más distendido y dinámico con la siempre divertida ‘Obladi Oblada’, que hizo alzar los brazos al aire de los asistentes.
Y todavía quedaban dos invitados más para la fiesta. La jovencísima cantante María Gil demostró su enorme potencial de futuro con su grácil interpretación de ‘Ticket To Ride’, mientras que el virtuoso, pero también cálido guitarrista Paco Rivas se uniría a la fantástica versión de ‘Eleanor Rigby’, con arreglos de Michael Thomas que han sido reconocidos oficialmente en el catálogo Beatles y que ha sido tocada junto a Paul McCartney y que altera hacia territorios más clásicos y exquisitos la ya de por sí obra maestra de George Martin.
Tras la sublimación instrumental, el nivel no caería con dos de las leyendas del repertorio de The Beatles. Diego Cruz cantaría ‘Yesterday’ con Paco a la guitarra, y, con María Gil a la voz, ‘Imagine’. Sobrecogedoras e inspiradoras, ambas. Otro estadio en el camino hacia la belleza que dio paso a un repóker de temas entre la OCAL y The Beatles Connection. La coqueta ‘Lady Madonna’, la azucarada ‘Let It Be’, la optimista ‘Here Comes The Sun’, la urgente ‘Help!’ y la vitalista ‘Yellow Submarine’, que Antonio Álvarez dedicó a los niños y a los niños que siguen dentro de los adultos, protagonizaron este bloque.
El largo camino encaraba su recta final y qué mejor para transitarlo que el ‘Long and Winding Road’ en la voz de Thomas Vikström. ‘Here, There and Everywhere’ antecedió una abluesada versión de ‘Something’, de nuevo con Paco Rivas y Diego Cruz, para cerrar el repertorio del concierto con, por supuesto, ‘Strawberry Fields Forever’. Con la satisfacción y el placer del trabajo bien hecho, todos los artistas invitados se sumarían a los bises finales, con ‘We Are The Champions’ de Queen y una revisita al ‘Hey Jude’, que puso el ribete final a un capítulo de oro en el noviazgo de The Beatles y Almería.