Durante el mes de diciembre nos vemos rodeados de propuestas musicales gracias al buen hacer de la OCAL, la OJAL, la OIAL y  a otras formaciones instrumentales y vocales que llenan de encanto las iglesias y plazas de nuestra ciudad, alejando el rigor del frío. 

Melodías inolvidables aparecen en la memoria mientras decoramos nuestras casas y hasta el más serio se descubre tarareando ese simpático villancico que suena de fondo mientras vamos de compras.

La música está muy presente en estas fiestas, en las que todos nos deseamos salud y felicidad y disfrutar de un buen concierto navideño nos hace encontrarnos de mejor humor, pero ¿puede la música tener otros efectos aún más beneficiosos?

La respuesta, por supuesto, es afirmativa.

Cuando nos referimos a la capacidad de música para favorecer la salud, estamos hablando de musicoterapia, que es la utilización de la música, la voz y los instrumentos musicales por un musicoterapeuta profesional para promover los objetivos terapéuticos de un paciente o grupo.

Numerosos estudios demuestran cómo la musicoterapia alivia el sufrimiento físico y psíquico de pacientes que padecen patologías crónicas y degenerativas, atenuando el dolor y retrasando el deterioro cognitivo.

Según afirma María Victoria Fernández, musicoterapeuta del CENMA, el primer centro específico de esta técnica no farmacológica en Almería, la musicoterapia actúa a varios niveles.

A nivel fisiológico: Mediante la música se producen efectos en el ritmo respiratorio y cardíaco, en los niveles de la saturación de oxígeno y en la percepción del dolor.

A nivel cognitivo:  Favorece la atención, la memoria y la concentración.

A nivel emocional: La música supone una vía de comunicación e interacción diferente que favorece las relaciones y vínculos afectivos.

 A nivel social:  Se potencia la regulación emocional y se aumenta la autoestima a través de la participación en un actividad creativa.

Puedes encontrar más información sobre los beneficio de la musicoterapia en www.musicoterapialmeria.com.